jueves, 24 de febrero de 2011

Ciudad sin gente

Hoy seguiré buscando en este mundo
a la persona que es para mí.

Una persona que me quiera tal como soy.

Un persona que me quiera…

Aunque no pueda hacer realidad sus sueños.

Espero que me encuentre…
Y que me quiera precisamente por ser tal como soy.

Que me encuentre entre todas las personas…
Entre todos los que no son diferentes…

Espero que me encuentre entre la multitud…

Espero que lo descubra.

¿Existe en este mundo una persona así?
Espero que si…

(Chobits)

domingo, 12 de diciembre de 2010

Celos "Sor Juana Ines de la Cruz"

Si es causa amor productivo
de diversidad de afectos,
que con producirlos todos,
se perficiona a sí mesmo;
y si el uno de los más
naturales son los celos,
¿cómo sin tenerlos puede
el amor estar perfecto?


Son ellos, de que hay amor
el signo más manifiesto,
como la humedad del agua
y como el humo del fuego.

No son, que dicen, de amor
bastardos hijos groseros,
sino legítimos, claros
sucesores de su imperio.

Son crédito y prueba suya,
pues sólo pueden dar ellos
auténticos testimonios
de que es amor verdadero.

Porque la fineza, que es
de ordinario el tesorero
a quien remite las pagas
amor, de sus libramientos,
¿cuántas veces, motivada
de otros impulsos diversos,
ejecuta por de amor,
decretos del galanteo?

El cariño, ¿cuántas veces
por dulce entretenimiento
fingiendo quilates, crece
la mitad del justo precio?

¿Y cuántas más, el discurso,
por ostentarse discreto,
acredita por de amor
partos del entendimiento?

¿Cuántas veces hemos visto
disfrazada en rendimientos
a la propria conveniencia,
a la tema o al empeño?

Sólo los celos ignoran
fábricas de fingimientos,
que como son locos, tienen
propriedad de verdaderos.

Los gritos que ellos dan son
sin dictamen de su dueño,
no ilaciones del discurso,
sino abortos del tormento.

Como de razón carecen,
carecen del instrumento
de fingir, que aquesto sólo
es en lo irracional, bueno.

Desbocados ejercitan
contra sí el furor violento,
y no hay quien quiera en su daño
mentir, sino en su provecho.

Del frenético, que fuera
de su natural acuerdo
se despedaza, no hay quien
juzgue que finge el extremo.

En prueba de esta verdad
mírense cuantos ejemplos,
en bibliotecas de siglos,
guarda el archivo del tiempo:

A Dido fingió el troyano,
mintió a Ariadna, Teseo;
ofendió a Minos, Pasife
y engañaba a Marte, Venus.
Semíramis mató a Nino,
Elena deshonró al griego,
Jasón agravió a Medea
y dejó a Olimpia, Vireno.
Bersabé engañaba a Urías,
Dalida al caudillo hebreo,
Jael a Sísara horrible,
Judit a Holofernes fiero.

Estos y otros que mostraban
tener amor sin tenerlo
todos fingieron amor,
mas ninguno fingió celos.

Porque aquél puede fingirse
con otro color, mas éstos
son la prueba del amor
y la prueba de sí mesmos.
Si ellos no tienen más padre
que el amor, luego son ellos
sus más naturales hijos
y más legítimos dueños.

Las demás demostraciones,
por más que finas las vemos,
no pueden no mirar a amor
sino a otros varios respectos.

Ellos solos se han con él
como la causa y efecto.
¿Hay celos?, luego hay amor;
¿hay amor?, luego habrá celos.

De la fiebre ardiente suya
son el delirio más cierto,
que, como están sin sentido,
publican lo más secreto.

El que no los siente, amando,
del indicio más pequeño,
en tranquilidad de tibio
goza bonanzas de necio;
que asegurarse en las dichas
solamente puede hacerlo
la villana confianza
del propio merecimiento.

Bien sé que, tal vez furiosos,
suelen pasar desatentos
a profanar de lo amado
osadamente el respeto;
mas no es esto esencia suya,
sino un accidente anexo
que tal vez los acompaña
y tal vez deja de hacerlo.

Mas doy que siempre aun debiera
el más soberano objeto
por la prueba de lo fino,
perdonarles lo grosero.

Mas no es, vuelvo a repetir,
preciso, que el pensamiento
pase a ofender del decoro
los sagrados privilegios.

Para tener celos basta
sólo el temor de tenerlos,
que ya está sintiendo el daño
quien está sintiendo el riesgo.

Temer yo que haya quien quiera
festejar a quien festejo,
aspirar a mi fortuna
y solicitar mi empleo,
no es ofender lo que adoro,
antes es un alto aprecio
de pensar que deben todos
adorar lo que yo quiero.

Y éste es un dolor preciso,
por más que divino el dueño
asegure en confïanzas
prerrogativas de exento.

Decir que éste no es cuidado
que llegue a desasosiego,
podrá decirlo la boca
mas no comprobarlo el pecho.

Persuadirme a que es lisonja
amar lo que yo apetezco,
aprobarme la elección
y calificar mi empleo;
a quien tal tiene a lisonja
nunca le falte este obsequio:
que yo juzgo que aquí sólo
son duros los lisonjeros,
pues sólo fuera a poder
contenerse estos afectos
en la línea del aplauso
o en el coto del cortejo.

¿Pero quién con tal medida
les podrá tener el freno
que no rompan, desbocados,
el alacrán del consejo?

Y aunque ellos en sí no pasen
el término de lo cuerdo,
¿quién lo podrá persuadir
a quien los mira con miedo?

Aplaudir lo que yo estimo,
bien puede ser sin intento
segundo, ¿mas quién podrá
tener mis temores quedos?

Quien tiene enemigos suelen
decir que no tenga sueño;
¿pues cómo ha de sosegarse
el que los tiene tan ciertos?

Quien en frontera enemiga
descuidado ocupa el lecho,
sólo parece que quiere
ser, del contrario, trofeo.

Aunque inaccesible sea
el blanco, si los flecheros
son muchos, ¿quién asegura
que alguno no tenga acierto?

Quien se alienta a competirme,
aun en menores empeños,
es un dogal que compone
mis ahogos de su aliento;
pues, ¿qué será el que pretende
excederme los afectos,
mejorarme las finezas
y aventajar los deseos;
quién quiere usurpar mis dichas,
quién quiere ganarme el premio
y quién en galas del alma
quiere quedar más bien puesto;

Quién para su exaltación
procura mi abatimiento
y quiere comprar sus glorias
a costa de mis desprecios;
quién pretende con los suyos
deslucir mis sentimientos,
que en los desaires del alma
es el más sensible duelo?

Al que este dolor no llega
al más reservado seno
del alma, apueste insensibles
competencias con el yelo.

La confïanza ha de ser
con proporcionado medio;
que deje de ser modestia,
sin pasar a ser despego.

El que es discreto, a quien ama
le ha de mostrar que el recelo
lo tiene en la voluntad
y no en el entendimiento.

Un desconfiar de sí
y un estar siempre temiendo
que podrá exceder al mío
cualquiera mérito ajeno;

Un temer que la fortuna
podrá, con airado ceño,
despojarme por indigno
del favor, que no merezco,
no sólo no ofende, antes
es el esmalte más bello
que a las joyas de lo fino
les puede dar lo discreto;
y aunque algo exceda la queja
nunca queda mal, supuesto
que es gala de lo sentido
exceder de lo modesto.

Lo atrevido en un celoso,
lo irracional y lo terco,
prueba es de amor que merece
la beca de su colegio.

Y aunque muestre que se ofende
yo sé que por allá dentro
no le pesa a la más alta
de mirar tales extremos.
La más airada deidad
al celoso más grosero
le está aceptando servicios
los que riñe atrevimientos.

La que se queja oprimida
del natural más estrecho,
hace ostentación de amada
el que parece lamento.

De la triunfante hermosura
tiran el carro soberbio,
el desdichado con quejas,
y el celoso con despechos.

Uno de sus sacrificios
es este dolor acerbo,
y ella, ambiciosa, no quiere
nunca tener uno menos.
¡Oh doctísimo Montoro,
asombro de nuestros tiempos,
injuria de los Virgilios,
afrenta de los Homeros!

Cuando de amor prescindiste
este inseparable afecto,
precisión que sólo pudo
formarla tu entendimiento,
bien se ve que sólo fue
la empresa de tus talentos
el probar lo más difícil,
no persuadir a creerlo

Al modo que aquéllos que
sutilmente defendieron
que de la nube los ampos
se visten de color negro,
de tu sutileza fue
airoso, galán empeño,
sofística bizarría
de tu soberano ingenio.

Probar lo que no es probable,
bien se ve que fue el intento
tuyo, porque lo evidente
probado se estaba ello.

Acudistes al partido
que hallastes más indefenso
y a la opinión desvalida
ayudaste, caballero.

Éste fue tu fin; y así
debajo de este supuesto,
no es ésta, ni puede ser,
réplica de tu argumento,
sino sólo una obediencia
mandada de gusto ajeno,
cuya insinuación en mí
tiene fuerza de precepto.

Confieso que de mejor
gana siguiera mi genio
el extravagante rumbo
de tu no hollado sendero.

Pero, sobre ser difícil,
inaccesible lo has hecho;
pues el mayor imposible
fuera ir en tu seguimiento.

Rumbo que estrenan las alas
de tu remontado vuelo,
aun determinado al daño,
no lo intentara un despecho.

La opinión que yo quería
seguir, seguiste primero;
dísteme celos, y tuve
la contraria con tenerlos.

Con razón se reservó
tanto asunto a tanto ingenio,
que a fuerzas sólo de Atlante
fía la esfera su peso.

Tenla pues, que si consigues
persuadirla al Universo,
colgará el género humano
sus cadenas en tu templo;
no habrá quejosos de amor,
y en sus dulces prisioneros
serán las cadenas oro
y no dorados los hierros;
será la sospecha inútil,
estará ocioso el recelo,
desterrará el indicio
y perderá el ser el miedo.

Todo será dicha, todo
felicidad y contento,
todo venturas, y en fin
pasará el mundo a ser cielo;
deberánle los mortales
a tu valeroso esfuerzo
la más dulce libertad
del más duro captiverio.

Mucho te deberán todos,
y yo más que todos debo
las discretas instrucciones
a las luces de tus versos.

Dalos a la estampa porque
en caracteres eternos
viva tu nombre y con él
se extienda al común provecho.

sábado, 21 de agosto de 2010

Sueños dormidos

Esta canción es una de mis favoritas de mago de oz, dedicada exclusivamente a los abuelitos que sufren de aizhaimer... Que duele la distancia que se va creando día a día por el daño de esta enfermedad. Esta muy bonita la letra, espero que esta les haga sentir un poco mas que ayer...


José:
El día va haciendo tiempo
que su recuerdo libra batallas con el olvido,
pues se congelo el calendario
y se fugo su memoria con lo vivido!

Ay que ver como duele,
y buscar en el diario,
y saber que te falta,
que te han secuestrado años!

Paty:
Aunque no te acuerdes ya de mi,
yo siempre cuido de ti,
me he convertido en rió,
para liar cuesta a mi!

Coro:
Quiero encontrar aquellos besos perdidos,
tantos sueños que siguen dormidos,
y volver a recordar!!!
Quiero buscar contigo un nuevo camino,
pues siento que estoy perdido,
y no llorar por no poderte reconocer??

José:
Ver nacer los días es ver parir silencios,
recibe besos de extraños,
ay que ver como duele,
que te falten hojas del diario.

Paty:
Aunque no te acuerdes ya de mi,
yo siempre estare junto a ti,
ahora soy la flor,
que espera a brotar en ti!

Coro:
Quiero encontrar aquellos besos perdidos,
tantos sueños que siguen dormidos,
y volver a recordar!!!
Quiero buscar contigo un nuevo camino,
pues siento que estoy perdido,
y no llorar por no poderte reconocer??

(Solos)

Coro:
Quiero encontrar aquellos besos perdidos,
tantos sueños que siguen dormidos,
y volver a recordar!!!
Quiero buscar contigo un nuevo camino,
pues siento que estoy perdido,
y volver a recordar!!!

Coro:
Quiero encontrar aquellos besos perdidos,
cuantos sueños que siguen dormidos,
y volver a recordar!!!

jueves, 15 de julio de 2010

Los Siete Egos

En la hora más silente de la noche, mientras estaba yo acostado y dormitando, mis siete egos sentáronse en rueda a conversar en susurros, en estos términos:

Primer Ego: -He vivido aquí, en este loco, todos estos años, y no he hecho otra cosa que renovar sus penas de día y reavivar su tristeza de noche. No puedo soportar más mi destino, y me rebelo.
Segundo Ego: -Hermano, es mejor tu destino que el mío, pues me ha tocado ser el ego alegre de este loco. Río cuando está alegre y canto sus horas de dicha, y con pies alados danzo sus más alegres pensamientos. Soy yo quien se rebela contra tan fatigante existencia.

Tercer Ego: - ¿Y de mi qué decís, el ego aguijoneado por el amor, la tea llameante de salvaje pasión y fantásticos deseos? Es el ego enfermo de amor el que debe rebelarse contra este loco.

Cuarto Ego: -El más miserable de todos vosotros soy yo, pues sólo me tocó en suerte el odio y las ansias destructivas. Yo, el ego tormentoso, el que nació en las negras cuevas del infierno, soy el que tiene más derecho a protestar por servir a este loco.

Quinto Ego: -No; yo soy, el ego pensante, el ego de la imaginación, el que sufre hambre y sed, el condenado a vagar sin descanso en busca de lo desconocido y de lo increado... soy yo, y no vosotros, quien tiene más derecho a rebelarse.

Sexto Ego: -Y yo, el ego que trabaja, el agobiado trabajador que con pacientes manos y ansiosa mirada va modelando los días en imágenes y va dando a los elementos sin forma contornos nuevos y eternos... Soy yo, el solitario, el que más motivos tiene para rebelarse contra este inquieto loco.

Séptimo Ego: - ¡Qué extraño que todos os rebeléis contra este hombre por tener a cada uno de vosotros una misión prescrita de antemano! ¡Ah! ¡Cómo quisiera ser uno de vosotros, un ego con un propósito y un destino marcado! Pero no; no tengo un propósito fijo: soy el ego que no hace nada; el que se sienta en el mudo y vacío espacio que no es espacio y en el tiempo que no es tiempo, mientras vosotros os afanáis recreándoos en la vida. Decidme, vecinos, ¿quién debe rebelarse: vosotros o yo?

Al terminar de hablar el Séptimo Ego, los otros seis lo miraron con lástima, pero no dijeron nada más; y al hacerse la noche más profunda, uno tras otro se fueron a dormir, llenos de una nueva y feliz resignación.

Sólo el Séptimo Ego permaneció despierto, mirando y atisbando a la Nada, que está detrás de todas las cosas.



Kalil Gibran...

viernes, 12 de marzo de 2010

Ni una palabra...

Ella paso el día planeando la manera de verse diferente para él... Se miro al espejo y observo detenidamente cada parte de su imagen...

Tal vez había algo que cambiar, algo que pudiese hacerse notar... Emocionada decidió que un cambio en el color de sus labios, en su cabello, en sus ojos... seria lo ideal, impulsiva lo hizo! cambio.
Estaba tan diferente que no podía reconocer el reflejo en el espejo, pero aun así aunque se sentía fuera de lugar salio solo para encantarle a el... El mundo le hacia notar lo bien que se veía, aunque fuera solo por un día... pero ella anhelaba unas palabras del noble caballero, y seguía esperando.

Esperó... esperó, y esperó... pero de sus dulces labios no emitió sonido alguno, algo que le demostrara que había valido la pena ser otra por un instante...

En ella mil pensamientos divagaron... ¿esta bien para él? ¿por que no dice nada acaso está demasiado verde, rosa, azul? ¿Acaso no es de su agrado? ¿Se ve mal? ¿estará ella en la categoría de sus gustos? ¿Como podría gustarle? Pensó y siguió repitiendo lo mismo mientras estaba a su lado, pero el caballero no menciono nada...

Triste se quedo por dentro, mientras la mascara de normalidad hacia excelente su trabajo, ella esperaba una dulce palabra... pero jamás llego. ¿Que debía hacer ella? ¿llorar por lo ocurrido? ¿gritar? No hizo nada, tan solo dijo entre si:

"Que aunque ella fuera de oro y miel aun así él se quedaría con el cuerpo de cualquier otra joven que le de alegría."
TLCS...

viernes, 4 de septiembre de 2009

Mundos inciertos...

Somos dos desconocidos que por una extraña razón estamos aquí frente a frente, viviendo perdida mente en dos mundos diferentes...

Yo te sonrió tu me correspondes indiscutiblemente creer que ambos somos parte de este lugar, es el error mas grande que podamos imaginar.

Unidos por una delicada cordialidad, evitando lo demás viendo fijamente las diferencias del otro pretendiendo desifrar en la mirada si la vida nos ha tratado bien, suprimiendo el reproche a la soledad, alucinado con la idea que el destino nos concedió un instante de recuerdos ya olvidados.

La sonrisa innegable entre dos extraños reunidos entre el tiempo y espacio.

Solo vagas palabras emites... No importa!!!

Estamos de nuevo juntos por unos minutos... disfruto algo incoherente como un saludo... despierto lentamente a la cruda realidad, se que pronto me despediré...

Prometemos que nos volveremos a ver y desafiaremos a la realidad con alguna linda actividad...

Blasfemias!!! ambos conocemos la historia...

Nuestros mundos prohiben nuestra libertad. Cada quien conoce su responsabilidad, evidentemente el silencio los aleja mas. El sentimiento que nos unía se desvanece con el tiempo...

Lo único que sobrevive en estos extraños es el anhelo de verse otra vez por accidente como siempre ha sido y sera. Como revivir la indiscutible garantía de nuestras miradas que ambos vivimos en nuestro pasado en este pequeño instante en el presente de discordancia.


TLCS

Este escrito fue subido por el entusiasmo de Adrián, mi fan #1 :)
gracias adrio!!!

viernes, 6 de marzo de 2009

Fragil compañía…

Se quiebra mi ser ante su voz, mi alma entera sintoniza esa canción... Siempre estado aquí esperando por el… como si algún día llegara por mí, y de la nada me confesase su amor… Como si eso algún día pudiese pasar…

Aquí estoy ¿no me ve? ¿Acaso soy realmente invisible ante sus ojos cafés?

Dígame real caballero de mente perdida y corazón noble… como podría ser parte de su vida? ¿Qué debo hacer para poder entrar? ¿Cómo podría yo ser parte de sus pensamientos? Por favor joven! Diga algo… no me tome como una triste alucinación! Aquí estoy, aquí siempre he estado…

Desde hace mucho que le conozco, en aquel descarado pasado mi corazón fue arrebatado por su infame sonrisa… Desde hace mucho respiro solo por responsabilidad, desde hace mucho mi alma ha huido… desde hace mucho en mis sueños se ha aparecido… Si! Joven!... En mis pensamientos ha sobrevivido… Ante mis ojos solo usted fue elegido…

Joven con alma imperativa… ¿me ha oído? Entonces proseguiré… mi vida es diferente desde que ha llegado… conocí un sentimiento que solo creí que existía para los dioses, he reído como una tonta cuando Ud. sonríe, compartir con Ud. el pasado fue lo mas glorioso de mis recuerdos y verle en el presente me inspira en descubrir el futuro… pero también he conocido el dolor que el desamor invoca…

Sé que usted no me quiere, pero dígame sea honesto por lo más sagrado que usted considere! ¿Tendría yo alguna posibilidad en el futuro de tener aunque sea un poco de su cariño?… existe la ilusión de seguir esperándole ? ¿De seguir anhelando? … ¿De seguir los sueños de esta triste ilusión de mi corazón? ¿No me siente suficiente digna de su amor?

No se quede callado… por favor!... mi voz se quiebra… ¿no ve mis lágrimas caer? ¿No ve como se quedan mis ojos sin vida? no me mire así dulce caballero… entiendo… que no quiere decirme ni una sola palabra… Usted seguirá su camino y yo proseguiré con el mío…

Aquí esta su frágil y fiel compañía… Tan solo otra de las doncellas a la que les ha robado el corazón… la que le sigue a pesar del destino… la que le espera aunque no haya nada que esperar, la que le ama como solo ella sabe amar…

TLCS...